jueves, 12 de febrero de 2015

Movilidad en la cama





Algunas personas con movilidad reducida tienen problemas para desplazarse, incorporarse o simplemente cambiar de posición en la cama. Por ello, necesitan de otra persona que le ayude a poder realizar los movimientos.

Una correcta movilidad en la cama facilita a la persona a ser más autónoma para poder comer, beber, escribir, leer, jugar a cartas, ver la televisión o simplemente hablar con otras personas. Con ello, hay un aumento de estimulación y funcionalidad de la persona que permite además mejores alcances de objetos como puede ser el teléfono, el vaso, el trapecio, etc. Favorece el retorno venoso evitando a su vez las ulceras por presión. Con pequeñas acciones la persona puede ganar en autonomía y calidad de vida aumentando su bienestar psíquico y físico.

Por otro lado el cuidador, con la movilización de la persona encamada, ayudará a hacer algunas tareas como son la higiene personal, vestirla de manera más sencilla, levantarla para realizar una transferencia, entre otras actividades de la vida diaria.  


Antes de movilizar a la persona encamada hay que observar la situación en la que se encuentra la persona, ver el mobiliario, por ejemplo, donde esta posicionada la cama, si tiene frenos, si vamos a realizar una transferencia a una silla, ver el espacio disponible, etc. Siempre es recomendable hablar con la persona con movilidad reducida de lo que se va a hacer y cómo, para que este relajada. Una buena transferencia o movilidad en la cama siempre será positiva para la persona con diversidad funcional pero también para el cuidador ya que no realizará malos gestos disminuyendo así los dolores de espalda. 

Escrito por Inés Bravo
Terapeuta Ocupacional 

Ortopedia Inse

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