La rizartrosis es la artrosis de la articulación de la base
del pulgar, producida por un desgaste o degeneración de la articulación. Esto
produce dolor, inflamación y la formación de orteofitos (salientes óseos). Esto
lleva a una articulación rígida, dolorosa y con limitación en el movimiento.
Los problemas de artrosis son muy frecuentes, asociados al
envejecimiento de las articulaciones, no necesariamente a la edad, si no que puede
aparecer por movimientos repetitivos y abusivos en la articulación, como es el uso del teléfono móvil, el uso de
la fregona, planchar, atornillar, masajear, entre muchos otros.
Los síntomas de la rizartrosis mejoran con frecuencia con un
tratamiento conservador, es decir a partir del uso de una férula de
inmovilización que mantiene la articulación en reposo y antiinflamatorios que
disminuyen el dolor y la inflamación. En algunos casos también es aconsejable
fortalecer los músculos con ejercicios. Si el dolor y la inflamación persisten
con este tratamiento, se puede llegar a realizar una operación sustituyendo el
hueso con artrosis, procedimiento conocido como artroplastia. La persona
tardará varios meses en recuperar la movilidad y la fuerza completa de la mano.
Consejos para la vida diaria
- Cuando sea posible utiliza aparatos eléctricos en la cocina como el lavavajillas, batidora, abrelatas, pelador, exprimidor para descansar la articulación
- Utilizar utensilios ligeros que no ejerzan una presión máxima en el pulgar.
- Evitar la pinza (juntar el pulgar con los otros dedos) por ejemplo, coger los platos con la palma de la mano.
- No llevar mucho peso en las manos, la utilización de mochilas, bolsos y o carritos es más aconsejable.
- Realizar ejercicios de estiramiento en la mano de flexión y extensión para aumentar la musculatura y movilidad de la mano.
- Darse baños calientes en las manos para reducir la rigidez, de entre 37 y 40º C.