Para poder hablar de exclusión,
segregación, integración e inclusión es importante hablar primero del
significado de cultura. Este, es el conjunto de conocimientos e ideas no especializados
y adquiridos, mediante la lectura, el estudio y el trabajo, es decir, es el
proceso que va de generación en
generación en la transmisión de conocimientos, normas, valores, creencias y
hábitos. Por ello, se puede concluir que
la cultura es aprendida, compartida socialmente y es adaptable a cada época pudiendo
renovarse continuamente.
No existe una cultura única, si
no que cada grupo o sociedad posee una cultura diferenciada, de ahí que existan
diferencias. Estas pueden ser de origen o grupo étnico, sexo, género,
orientación sexual, clase social o capacidad. Cuando existe esa diferencia
puede ocurrir diferentes actitudes negativas que llevan a la exclusión
de ese grupo, como puede ser el etnocentrismo, xenofobia, discriminación o
racismo.
Existe exclusión contra varios
colectivos que discriminan, segregan y eliminan a estos grupos causando leyes y
prácticas discriminatorias, como genocidio, etnocidio, entre otros. Es decir, a
partir de la exclusión se puede llegar a la segregación, aislar o rechazar a los grupos minoritarios.
Cuando se habla de integración en
la sociedad, también se habla de inclusión pero, ¿Son sinónimos? ¿Qué es la
integración y la inclusión?
La integración y la inclusión
tienen significados muy parecidos por ello, mucha gente utiliza estos términos indistintamente
pero son completamente diferentes, aunque tengan objetivos parecidos, ya sea la
inserción de personas con discapacidad, personas de otra cultura o de
orientación sexual diferente.
El objetivo de la integración
es la búsqueda de la participación de todas las personas en igualdad de
condiciones, en las organizaciones sociales, servicios públicos, consiguiendo
así una inserción en la sociedad.
Por otro lado cuando se habla de inclusión
se refiere a la homogeneización, una aceptación de la diversidad llegando a una
igualdad, cooperación y solidaridad, es decir, la inserción total e
incondicional de todas las personas en una misma sociedad.
En definitiva, una sociedad
inclusiva es el proceso que asegura a todos los integrantes de una sociedad participen
de forma igualitaria en el colegio, en la legalidad, política, economía,
cultura, etc.
Una sociedad inclusiva dispondrá
y habilitará mecanismos para la seguridad, los derechos humanos, la dignidad y
la ciudadanía activa de todas las personas.
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